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La Aceptación

" Acepta las cosas a las que el destino te ata, ama a la gente con la que el destino te ha unido, pero hazlo todo con tu corazón."

Marco Elio Aurelio

En este mes de octubre ya cumplíamos seis meses de llevar una relación BDSM, ella no lo sabía, pero yo prepare algo muy especial para festejar este día de aniversario, además de formalizar la relación de dominante-sumisa, por lo cual planee una ceremonia muy especial, la cual sería una sorpresa para ella.

Formalizaríamos nuestra relación con la ceremonia del collar, ella no lo sabría, pero yo hice todos los preparativos para ese día. Busque y rente una pequeña casa vacía, lo más retirado posible del lugar en que nos encontrábamos viviendo, en la sala de esa casa coloque un tapete grande, compre cuatro arreglos florales los cuales coloque, uno en cada punto cardinal, también coloque velas en puntos estratégicos en recipientes de color rojo, coloque tres porta inciensos, los cuales prendí y empezaron a soltar ese humo de olor muy agradable, el cual fue perfumando lentamente todo el ambiente de esa habitación, al centro de la alfombra, puse un pequeño cojín cuadrado en el cual coloque dos copas, una para ella y la otra para mí, estas eran de cristal  color azul obscuro, también saque una botella de vino tinto, la cual coloque a un lado de las copas y por ultimo puse una daga de filo doble y muy puntiaguda, hoja de acero inoxidable con inscripciones egipcias y una empuñadura blanca de igual forma con inscripciones egipcias, entre la hoja y la empuñadura había un gran escarabajo con las alas abiertas, está la coloque también a un lado del vino y las copas, y para terminar, coloque un cirio azul cielo al centro del cojín cuadrado y lo encendí, para esta ocasión conseguí un aparato de audio para armonizar nuestra ceremonia, en el cual tocaríamos música de ENYA.

Para esta ceremonia iré describiendo los actos poco a poco, hay detalles muy importantes los cuales no señalare en el relato ya que son muy íntimos y personales.

Las noches de octubre para mí son mágicas y misteriosas ya que en esta época la luna, además de ser muy grande toma en ocasiones una coloración rojiza, se torna un tanto extraña, este fenómeno se ve solo en este mes.

Sería una unión mística, ceremonial y eterna, ya que ella sería la parte esencial, sería el centro de este acto que marcaría nuestra unión incondicional, ella y yo, solos los dos, porque ella soy yo y yo soy ella, solo nosotros dos y nadie más…

Una semana antes hable con ella y le explique lo siguiente: El próximo fin de semana nos vamos a ver y tengo una sorpresa para ti, te pido de favor que te vistas con ropa íntima de color negro, sostén, tanga, medias y zapatillas, además llevaras el cabello recogido. ¿Estás de acuerdo?, ella afirmo con la cabeza y sonriente. En este punto ella se mostró muy alegre y continúe… También llevaras puesto un vestido negro a tu elección, y quiero que compres una rosa blanca en forma de capullo, la que a ti te guste más… la más hermosa como tú.

Así termine de hablar con ella, estaba sonrojada, feliz, ese día fuimos a Cuernavaca (ciudad capital de Morelos) y pasamos una tardeada muy tranquila y alegre.

Esta vez a diferencia de otras, yo la espere en la casa rentada para preparar todo, nuestra cita era a las nueve de la noche, antes de esa hora yo encendí el aparato de audio y coloque un cd de ENYA, el cual comenzó a armonizar ese lugar, de igual forma encendí el incienso el cual perfumo ese lugar.

Después de un corto tiempo, llamaron a la puerta, yo ya sabía quién era, fui a abrirla y ahí estaba ella, tal como se lo había pedido, portaba un vestido negro y corto, además de muy escotado, zapatillas negras con el cabello recogido y con una rosa blanca, la invite a pasar, ella entro y se llevó una gran sorpresa al ver cómo había quedado el lugar preparado especialmente para nosotros, ella me pregunto – para qué es esto, de verdad esta hermosos –   y conteste  - Este día es muy especial para los dos, lo hice pensando en ti y solo te voy a pedir lo siguiente: sin palabras ni comentarios, hasta que yo te lo permita, déjame conducirte de la mano durante el tiempo que esto dure, ya que lo esencial es que confíes en mí, hoy y siempre, si no estás de acuerdo en lo que vamos a hacer hoy, o lo que ya hemos hecho anteriormente es el momento de dar un paso atrás y de retirarte para siempre de mí. -  Dicho esto, ella me vio fijamente a los ojos y me abrazo…, si me abrazo.

Cerré la puerta y le dije: toma tu rosa y póntela con ambas manos en el pecho, caminaras al centro de la alfombra y ahí te pondrás de rodillas, entonces depositaras frente a ti la rosa blanca y ahí me esperaras, dicho esto, ella puso la rosa en su pecho y camino con paso lento pero firme al centro de la pequeña sala y se arrodillo.

Cuando ella ya estaba de rodillas y las palmas de sus manos en las piernas, me acerque a ella de igual manera, yo llevaba una rosa roja, también en el pecho, además en mi cintura llevaba un collar de cuero color rosa, ya en el centro y frente a ella, me arrodille, deposite mi rosa roja al frente y por último tome de mi cintura el collar y lo coloque a un lado del cirio encendido.

Le ordene que tomara el collar entre sus manos y lo pasara varias veces por la flama del pequeño cirio azul que estaba entre ella y yo, ella así lo hizo, no pregunto cuanto tiempo estaría haciendo esto, pero así lo hizo, después de siete veces de haber pasado el collar ante la flama del cirio, le ordene que lo depositara de nueva cuenta frente a ella, habiendo hecho esto, ella deposito las palmas de sus manos en las piernas y espero a que yo hablara.

Entonces yo comencé a explicar, punto por punto el escrito de los 10 amos más buscados, (extraído del blog “Disciplina China”) pero sin antes haberle dicho que cuando estuviera yo exponiendo mi dialogo, ella tendría que poner sus manos lentamente a su espalda  – de nueva cuenta ella obedeció – me levante, camine hacia ella y me coloque a sus espaldas, me arrodille y tome de la pared dos muñequeras rígidas de piel negra, que ahí había dejado con anterioridad, tome con mucha delicadeza su mano derecha y le coloque una en su brazo, el cual volví a dejar en su espalda con mucha cuidado, de igual forma tome el otro brazo y le coloque la otra muñequera de la misma forma, dejando esta misma por detrás de su espalda.

 

Enseguida tome con mis manos sus muñecas ya adornadas con los sujetadores de piel negra, y poco a poco estas las fui colocando en sus piernas, a su vez yo Le susurre al oído mi amor hacia ella y continúe diciendo que al frente a ella había un ornamento  de plata, que lo tomara entre sus manos y de igual forma que lo pasara entre la flama del cirio varias veces y que lo volviera a depositar otra vez frente a ella, después le ordene que me diera el collar rosa de cuero, el cual tome con mis manos y con mucho cuidado lo coloque en su cuello, para esto tuve que levantar el manojo de cabello rizado y negro que ella llevaba atado.

Después de haber colocado el collar rosa de cuero en su cuello, le pedí que me diera la cadena plateada que estaba frente a ella, así fue como la tomo entre sus manos y me lo dio a mí, ya en mis manos, enganche uno de los extremos al colla rosa que ya lucia hermoso en su cuello, así me puse de pie y camine hasta colocarme frente a ella, me volví a hincar para poder verla a los ojos, tome la cadena plateada que estaba frente a mí y le ordene que se inclinara un poco más al frente ( note que titubeo un poco pero me imagino que debió ser porque el cirio azul que estaba frente  a ella le generaba calor en el rostro y le pegaba de frente, directo al rostro, pero sin embargo ella hizo lo que le ordene) en ese momento ella se iba a inclinar hacia atrás pero no la deje, pues en ese momento le di tres enérgicos jalones a la cadena y de su boca solo un gemido salió, ella agacho la mirada viendo el cirio que estaba frente a nosotros, con tranquilidad coloque la cadena frente a ella, le explique la simbología que tenia la cadena en su collar y los tres jalones enérgicos que di con la cadena, me levante, camine y me arrodille a su izquierda, ella no dejaba de ver el cirio, así que tome mi rosa y con una espina pinche uno de sus dedos, del cual salieron unas gotas de sangre, deje la rosa a un lado nuestro y tome la daga que estaba frente a nosotros ( la daga del destino) sujete con energía su muñeca, ella seguía sin voltear a verme, con la punta de la daga hice un corte mas pronunciado en su dedo, dejando salir más sangre de él, en este momento al sentir el filo de la daga, ella dio un salto y luego volvió a quedarse tranquila en su lugar, tome la rosa blanca y con ella comencé a limpiar su dedo, poco a poco los pétalos blancos fueron tiñéndose en rojo, después hice lo mismo con mi dedo del cual broto sangre y de la misma forma fui limpiando mi dedo con mi rosa roja, tome del pequeño altar, un alhajero de barro negro, hecho a mano que ya con anterioridad había traído del estado de Oaxaca para esta ocasión, este tipo de trabajo artesanal es muy clásico de ese lugar. Destape el alhajero y le ordene a mi mariposa que tomara su rosa blanca y comenzara a desojarla toda, pétalo por pétalo e ir depositándolos en el – así lo hizo – de igual forma yo hice lo mismo, así fue como su rosa y la mía, quedaron unidas con sangre dentro de este alhajero por siempre, al terminar, ella tomo la tapa del recipiente negro y lo cerro, hecho esto me lo entrego y al tomarlo yo le dije  “ bienvenida a mi vida, la cual a partir de hoy será la de los dos “, en este momento dije una reflexión muy personal de nuestro nuevo estilo de vida, mientras yo hablaba, retire de su colla la cadena plateada que ahí estaba enganchada y la coloque frente a ella en el pequeño altar.

 

Luego le dije - te dejare un momento a solas para que reflexiones lo vivido hasta hoy y de verdad quiero que lo disfrutes -  me levante con el alhajero en mano y me retire de ahí, al lado de esa pequeña sala había una silla en la cual me senté a observarla un largo tiempo, a un lado de esa silla había un aparato de audio el cual encendí y deje escuchar el disco de Enya que tenía puesto, al estar ella escuchando estas melodías quería que se le grabara en la mente para que así siempre… siempre recordara nuestro compromiso hecho esta noche, apague las luces y la deje en la penumbra, tan solo iluminada con la tenue luz de las veladoras que la rodeaban, ella tan solo inclino su cabeza y guardo silencio…

Ya que termino la melodía de Enya que había escogido especialmente para ella, me levante de la silla y fui al contacto de luz para encenderla, di vuelta y me dirigí a donde estaba ella hincada, me puse frente a ella le ordene que se pusiera de pie, mi mariposa negra se incorporó, y le dije - camina hacia el arco que está dentro de la casa y cuando estés ahí, debajo del arco, esperas a que yo llegue ahí, de pie y abajo del arco -
Ella obedeció y camino lentamente a donde yo le había indicado, ya estando ella ahí cruzo levemente la pierna y espero,( He de decirles que ya con anterioridad a ella la había atado en ese arco, con cuatro cuerdas de algodón crudo, esta vez prepare dos cuerdas en la parte de arriba del arco y otras dos cuerdas en la parte inferior del arco, dejándolas listas para esta ocasión ), continuo: cuando ella ya estuvo en la posición que yo le ordene, camine hacia ella y me coloque en la parte de atrás ( a su espalda ) tome una de sus manos y a su vez una cuerda y está la ate a una de sus muñequeras de cuero que ya le había puesto con anterioridad , procure que al ajustar la cuerda con la atadura, su mano quedara por arriba de su cabeza, de esta forma tome la otra mano y de igual forma la ate para que su mano quedara por arriba de su cabeza.
Una vez atadas sus manos, me coloque atrás de ella, y al oído le susurre, - retira las zapatillas de tus pies – ella lo hizo y con mis pies y de un solo golpe las retire de ese lugar, enseguida coloque mis manos en su cintura y comencé a acariciarla suavemente, poco a poco me fui inclinando y deslizando mis manos por su cuerpo, tocando así su cintura, nalgas y piernas, al llegar aquí con mucho cuidado, tome el bode de su media negra y comencé a enrollarla sobre su pierna, así poco a poco fui desprendiéndola de su cuerpo, luego continúe con la otra pierna, de igual forma retire la media negra de su cuerpo, pero sin antes acariciar de manera exagerada su turgente nalga.
A continuación, tome otro par de muñequeras de piel negra, que ya tenía listas a un lado de ella, las cuales se las coloque, una en cada pierna aprisionando así sus tobillos.
Me incorpore y desde atrás comencé a tocar sus senos, acariciarlos muy suavemente, a sentir entre mis dedos sus pezones, ya erguidos de placer, que resaltaban muy marcados sobre aquel vestido negro, poco a poco fui bajando las manos hasta comenzar a acariciar sus nalgas y entrepiernas, lentamente y con un compás sensual, así metí mis manos por debajo del vestido negro hasta que tome su tanga negra y comencé a deslizar poco a poco por sus piernas, rodillas y tobillos, en ese momento le ordene que levantara una pierna y así lo hizo, pude sacar una parte de su tanga y luego ella  bajo el pie, le ordene que levantara el otro pie y así lo hizo, de esta forma libere la tanga de su cuerpo.
Me incorporé y de la misma forma introduje mis manos por debajo de su vestido negro, pero esta vez fui directamente a acariciar su vagina, que, para sorpresa mía al tocarla, ya escurría de ese líquido transparente y resbaladizo.
Así tome su vestido negro por debajo de sus brazos y poco a poco comencé a deslizarlo hacia abajo, dejando desnudos sus senos, luego su vientre, un jalón mas fuerte y quedaron libres sus nalgas y por ultimo y sin dificultad logre que su vestido cayera libre al piso, dejándola totalmente desnuda, levante un pie con delicadeza y luego el otro para así poder dejar libre su cuerpo.
 
Luego le ordene que separara las piernas lo más que pudiese, ella lo hizo, hubo un momento que ella por poco y pierde el equilibrio pero se recuperó de inmediato, ya teniendo las piernas lo más separado posible, ate una de ellas con la cuerda que ya estaba ahí con una de las muñequeras de piel que ya traía puesta, en este caso si tense al máximo la cuerda para que su pierna quedara lo más justa e inmóvil, luego ate la otra pierna de igual forma, jalando la cuerda hasta que esta quedo bien tensada e impidiendo el movimiento ya de ambas piernas.
Hecho esto tome una de las cuerdas que ataban uno de sus brazos y tense con fuerza, para que este quedara lo más rígido posible y evitar algún movimiento, luego hice lo mismo con el otro, dejando semi tenso todo su cuerpo, ella tan solo soltó un largo y profundo gemido, así quedo ella, atada a ese arco de concreto. Me retiré un par de paso de ella para ver su cuerpo… totalmente tenso, indefenso y desnudo, ahora sí, era mía… toda mía, como yo quería verla, vi como su cuerpo temblaba como gelatina, he de pensar que era por la tensión que le ocasionaban las cuerdas sobre su hermoso cuerpo.
Ahí estaba mi mariposa negra, nuevamente a disposición mía y como ya les había comentado con anterioridad, volver a sentir esa sensación de poder absoluto, de ejercerlo sobre el ser que más amas y quieres.
Di media vuelta y me dirigí a donde habíamos hecho la ceremonia de las rosas, me incline y tome de ahí la daga con la que habíamos hecho el pacto de sangre, me incorpore y camine hacia donde estaba ella, por un momento la voltee a ver y vi en su mirada un desconcierto total… tal vez de susto, al ver la daga en mi mano no sé qué le pasaría por la cabeza, pero me coloque detrás de ella y con la punta de la daga comencé a recorrer su espalda, sus nalgas, piernas y termine por introducir la hoja en medio de sus turgentes y temblorosas nalgas, ella al sentir no sé si la punta del cuchillo o el frio del metal empezó a gemir, tome la daga y la deje en el suelo a un lado de nosotros, caminé y me puse frente a ella para poder ver y disfrutar su cuerpo indefenso y desnudo tan solo pude notar un pequeño temblor en él, yo… hice caso omiso.
Di vuelta y me dirigí a la recamara, ahí en la cama estaba mi mochila negra, de ahí extraje una botella de aceite de almendra natural, con botella en mano, volví a donde ella estaba atada, me coloque detrás... a su espalda, destape el aceite y coloque un poco en mi mano derecha, deje a un lado la botella y unte mis dos manos para humedecerlas con ese líquido, y de esta forma comencé a untarlo por toda su espalda, a lo largo y ancho de ella, claro sin dejar a un lado sus nalgas, las cuales disfrute acariciándolas y metiendo el dedo en medio de las dos, volví a tomar la botella de aceite y remoje mis manos, así comencé por acariciarle los senos en forma circular, que puedo decir, estos ya estaban totalmente erguidos, su cuerpo caliente, y ella… movía su cuerpo de un lado a otro, según se lo permitieran las ataduras, así comencé frotando sus senos, luego la parte superior de sus senos, y poco a poco deslice mis manos hasta llegar a su cintura, en este punto volví a tomar más aceite, humedecí mis manos y comencé a untarlo en su vientre en forma circular, luego deslice mis caricias más abajo hasta llegar a su ingle, respetando sus labios vaginales ya hinchados de placer, tome más aceite y comencé a frotarlo de nueva cuenta en sus nalgas, y de ahí comencé con su pierna derecha, a acariciarla y a untarle aceite, luego a la rodilla y así sucesivamente hasta llegar a su pie, tome más aceite e hice lo mismo con su pierna izquierda, hasta terminar en su otro pie.
Por último, tome más aceite y unte mis manos, claro había dejado lo mejor para lo último, comencé a untarlo en su vagina, si por toda su vagina sin dejar de introducir mis dedos dentro de ella, una y otra y otra vez, no sé cuántas veces, pero me imagino que en una de esas ya había llegado al éxtasis te su ser…
Su cuerpo sudaba copiosamente, estaba excitadísima, gemía con fuerza, se mordía los labios, sacaba con fuerza la lengua, movía su cuerpo con gran fuerza, no se veía que de alguna manera las cuerdas la lastimaran, y yo… la manosee hasta el cansancio, de verdad que momento tan sublime.
Para ese momento, a un lado de nosotros, yo había dejado un pequeño látigo de piel café con varias tiras de 40 cm de largo, fui a él, me incline y lo tome con la mano, gire a donde ella estaba y sin mediar palabra di el primer golpe, así fue como comencé a explicarle el significado del triskel en el bdsm,
Mientras la azotaba con él, le explicaba la división y significado de sus tres partes, por lo cual, de ahí vienen los números de latigazos proporcionados a su cuerpo, ella se mantenía callada e inclino su rostro, por ultimo me coloque a un lado de ella y con el pequeño látigo en mano, lo puse en medio de su vagina y con la otra mano tome el otro extremo del mismo, por lo cual tense y jale hacia arriba, para que sintiera dentro de ella la textura de el mismo, así fue como le dije al oído que la amaba y jale con fuerza hacia atrás el látigo, haciendo que este le rosara intensamente la vagina, ella gimió. Por último, deje a un lado el látigo, camine hacia ella, me coloque al frente y sin mediar palabra la bese, largo y profundamente.
 
Ya terminada mi tarea, me separe de ella y camine unos metros para poder verla de frente, ver lo hermosa que se veía, desnuda y atada.

Después de untarle el aceite y de haberle tocado todo el cuerpo hasta el cansancio, camine hasta ponerme al frente de ella y solo para contemplarla, se veía hermosa parecía una muñeca de Látex, por la forma en que su cuerpo brillaba por el aceite, a su vez el temblor y movimiento de su cuerpo debido a la excitación provocada por el intenso manoseo en su cuerpo, se veía desesperada por seguir sintiendo mis manos en su cuerpo.

Entonces camine hacia ella a donde estaba atada y me coloque por detrás de mi mariposa, no sé por qué, tal vez por instinto, pero si… se me antojo darle una nalgada en su nalga derecha, al sentirlo dio un brinco muy pequeño, pues las cuerdas que la ataban apenas le dejaban hacer algún movimiento brusco. En seguida tome entre mis manos su negro y rizado cabello, el cual comencé a soltarle, quitando el sujetador que traía, de igual manera que algunas cosas que yo había preparado, este yo se lo había obsequiado para este momento tan especial para los dos, bueno como ya lo había mencionado, lo retire de su cabello dejando este suelto, con mis dos manos  comencé a esparcir por todo su cuello y acomodarlo tanto de la parte de atrás como por la parte de adelante, dejando que este cayera libremente por su cuello, adornado por aquel hermoso collar rosa. No desaproveche la oportunidad para que una vez más acariciar su cuerpo, comencé por acomodar su collar y luego muy suavemente comencé a bajar mis manos por su cuerpo, tocando así sus axilas, senos, cintura y nalgas.

Hecho esto me incline y suavemente casi como una caricia, desate sus tobillos de las ataduras, primero el izquierdo, luego gire a donde estaba su tobillo derecho y de igual forma comencé a desatar muy lentamente, cuando termine de soltar sus piernas, ella las mantuvo separadas… no las junto, ¿sería por cansancio? o ¿de Placer?, me incorpore y tome de igual manera su muñeca izquierda la cual desate de su cuerda, (les he de recordar que durante la ceremonia inicial a ella le coloque unas muñequeras en sus manos y otro par en sus tobillo,) al hacer esto, le ayude a bajar su brazo, ya que al soltarlo, note que no tenía fuerzas en él, así fue que al bajarlo con cuidado, coloque la palma de su manos en su vientre,  la cual así mantuvo cubriéndolo, luego me dirigí a la mano  derecha y solté esta de su atadura, de igual forma le ayude a bajar su brazo hasta que las dos palma de las manos se juntaron en su vientre y ahí las dejo y hasta entonces, ella pudo juntar sus dos piernas.

 

Con mucha ternura la tome de su cintura desnuda y la conduje a la zona de nuestra ceremonia, ella termino sola llegando a este lugar, se paró frente al pequeño altar y ahí se quedó de pie, al verla ahí le ordene que se hincara, ella obedeció y así lo hizo, se fue inclinando poco a poco hasta quedar hincada en el lugar que yo le había indicado, eso sí… no retiro las palmas de sus manos de su vientre desnudo.

Ya hincada en el altar, di vuelta y camine a la recamara y sobre la cama estaba mi mochila, saque de ahí cinco mosquetones oval ( Son como un eslabón de cadena pero tienen una cerradura de rosca, el cual sirve para añadir cadenas ) a un lado de la cama había dejado un tramo de madera de 1.25 cm. de largo, con una armella en cada extremo ( parecido a un mango de escoba ) ya en la mano con estos objetos, camine en donde estaba ella hincada, me incline y le susurre al oído - no quiero que te muevas-  coloque todo lo que llevaba en las manos a un lado de ella, luego tome sus manos una a una y las coloque al costado de su cuerpo, luego sujete su collar rosa que traía puesto en su cuello y lo gire de tal forma que la argolla que estaba al frente de ella, ahora quedara a su espalda, en la nuca, he de decir que no me fue tan fácil, ya que su abundante, negra y rizada cabellera, me impedían hacer este movimiento, así que tuve que jugar un poco con su cabello hasta lograr mi objetivo, luego le dije lo siguiente -Estas a pocos minutos de vivir una experiencia única y es el momento de seguir o dar marcha atrás, por lo tanto, te dejo un momento a solas para que reflexiones, si estas dispuesta a seguir conmigo este hermoso, extraño y doloroso camino o declinar y regresar a una vida insípida y rutinaria a la que la mayoría de la gente vive a lo largo de su humanidad- dicho esto me levante de ahí y la deje un par de minutos, para que decidiera que camino escoger, después de este tiempo regrese y le pregunte -y bien, cuál es tu respuesta- ella tan solo movió la cabeza afirmativamente, por lo cual continúe con la ceremonia, tome la cadena que ya había dejado con anterioridad en el pequeño altar y esta la enganche a cada extremo del tramo de madera que como ya había dicho con anterioridad, tenia ya unas argollas colocadas en cada lado de él, luego con suma tranquilidad tome su brazo izquierdo y lo coloque entre la madera y la cadena, luego tome el brazo derecho y de igual forma lo coloque con calma entre la madera y la cadena, luego jale la cadena hacia arriba, dejando la madera rígida entre sus brazos y espalda, tome un eslabón con cerradura de cuerda, el cual coloque en la argolla que estaba adherida a su collar de cuero rosa, ya estando este eslabón con su seguro abierto en la argolla de su collar, jale nuevamente la cadena hacia arriba, y enganchando esta, al eslabón que pendía del collar de mi mariposa, quedando la cadena bien tensa, dejando a mi mariposa negra con los brazos y espalda muy rígidos, con escaso movimiento, vi como ella enderezo su espalda, haciendo que su pecho resaltara exageradamente, haciendo lucir sus senos voluminosos… se veían firmes, turgentes, brillosos y con los pezones erguidos, hermosa muy hermosa posición, continúe con sus tobillos, ahí tenia colocadas un par de muñequeras de piel negras, estas la uní con dos eslabones de cerradura, así lo hice para que sus pies solo tuvieran una separación pequeña, uno del otro e impedir el movimiento de estos, enseguida tome otro eslabón con seguro, este lo coloque en la argolla de su muñequera izquierda de su brazo, luego jale su brazo hacia abajo hasta casi juntarla con la muñequera de su tobillo, ahí enganche el eslabón de seguridad y cerré el candado de curda que traía, dejando de esta forma atada su muñeca a su tobillo izquierdo, luego me levante y camine a su lado derecho, me incline y tome el otro eslabón con seguro e hice lo mismo con su brazo y tobillo derecho, solo que esta vez la maniobra me costo un poco mas de trabajo, ya que al colocar y cerrar el candado de cuerda del eslabón, su cuerpo quedo muy rígido, me explico, ella quedo con los brazos atados y tensos, no podían tener movimiento pues estaban unidos a sus pies, no podría levantarse ni mover, haciendo que su cuerpo tuviera un mínimo de movimiento, la madera a su espalda, hacia que mi mariposa tuviera una postura totalmente vertical, esto a su vez, producía que su vientre y senos quedaran elegantemente erguidos, ya para finalizar, ajuste el seguro de su collar, sujetando firmemente la cadena y esta a su vez, al tramo de madera, haciendo que su rostro quedara firmemente levantado, posición eróticamente hermosa.

Y antes de ponerme de pie, tome una copa de cristal azul turquesa que estaba a sus espaldas y la coloque frente a ella, de ahí mismo tome una botella de vino y de igual forma la coloque al frente del pequeño altar.

Cuando termine de hacer esto me puse de pie, (les cometo que desde que comencé a hacer la ceremonia, ella había permanecido callada, de vez en cuando solo expresaba un gemido de dolor, me imagino que por lo incomodo de esa posición), di vuelta y camine hasta ponerme frente a ella, comprendí que era una posición muy incómoda y sin movimiento, pero a mi modo de ver, era una posición muy hermosa, elegante… muy elegante.

Así que admire esa posición implícita de sumisión, de rodillas, mostrando la magnitud de sus bellas piernas, morenas y bien formadas, su cuerpo destellante, brilloso e impecable, sus brazos colocados hacia atrás, posición en armonía que no rompían con la belleza de su cuerpo, sus senos… que decir de ellos, turgentes, erectos, fuertes y hermosos, su rostro inclinado ante mí, dejando el morboso misterio de sus ojos y labios a mi imaginación y su cabello… negro, rizado brillante y fino, hermosa mujer, muy hermosa.

 

Vi que no se podía mover, se quiso acomodar y no pudo, de hecho su cuerpo quedo imposibilitado para cualquier movimiento, ella permaneció así y con la cabeza inclinada, le pregunte: ¿sé que estas cansada, quieres que te desate ya y te libere de esa posición? ella me contesto: -le respondo con respeto, pues al hacerme la pregunta me da permiso para hablar, si es muy incómoda y hasta cierto modo dolorosa, pero le pido por favor me deje así, hasta que usted lo desee, pues quiero que mi cuerpo se fortalezca a la luz de su sombra, para poder ser digna de usted- (sorpresiva y digna respuesta de una hermosa sumisa)  a lo cual yo le contesté: ( De verdad te amo, este momento es maravilloso para los dos, en esa posición te leeré un poema que escribí para ti, hecho especialmente para esta ocasión tan importante para los dos, un escrito que unirá nuestras almas para siempre y dará sentido a nuestras vidas, además, dejo de testigo esta hermosa luna llena para que con su luz sea la guía de nuestros sueños, de aquí hasta la eternidad).

Dicho lo anterior, me levante de ahí y camine unos pasos para poder verla de frente, para grabar en mi mente aquella escena, donde mi hermosa mariposa, atrapada de sus alas y mostrando cual hermosa, inocente e indefensa puede ser.
Después de un par de minutos de observarla, volví ahí con ella y ya de frente, me hinque, la observe a los ojos y con la mano tome mi copa azul (estas copas eran de cristal color azul ultramar, talladas con figuras de rombos y círculos en relieve, cuellos largos y una base muy ancha.) y dije  -mi amor, vamos a brindar… por nuestra unión y para que siempre sea así, juntos, todas las noche y llenas de felicidad- tome la botella de vino y vertí  el líquido primero en mi copa, la cual deposite frente a mí y luego tome la suya en mi mano, de igual forma vertí el líquido en esta y la coloque frente a ella, entonces hice el brindis -hoy brindo por nosotros y por el renacimiento de nuestras vidas en el arte del BDSM, el cual nos mantendría unidos por siempre… en cuerpo y alma- al termino tome mi copa, la levante frente a ella y la lleve a mis labios, fui tomando poco a poco, todo el vino de mi copa, sin quitar mi mirada de sus ojos y cuerpo, disfrutando cada gota, cada minuto de esa hermosa mujer frente a mí, desnuda e indefensa, después de varios minuto de contemplarla note que sudaba mucho, no sé si era el calor de las velas, o lo incomodo de su posición, ya que vi en ella, varias veces el intento por querer acomodar su cuerpo en una posición diferente, pero para desgracias de ella, no era posible, infinitamente imposible cambiar de posición, solo ocasionaba lastimarse más, pero ella no dijo nada.
Así que tome la copa de ella entre mis manos, me puse de pie y camine, me arrodille a la derecha de ella, con una de mis mano, la tome muy suavemente por sus mejillas y apreté, haciendo que abriera la boca, acerque la copa a sus labios y vertí el vino poco a poco, cuidando amorosamente que no se ahogara, dando tiempo a que ella lo tomara despacio, me tome el tiempo que fuera necesario para que ella dejara totalmente vacía su copa, pero no termino su porción de líquido, así que de su propia copa, bebí lo poco que quedo de ella, al terminar de beber, la deposite de nueva cuenta en el pequeño altar que había improvisado.
Hermosa sensación y momento, el que sentí al verla dependiente de mí, el mirar como tomaba el vino de mi propia mano, manifestar de esta forma mi amor y protección a mi mariposa.
Me puse de pie, di vuelta y camine hacia una mesa que estaba en esa sala, de ahí tome un par de hojas que ya había dispuesto con anterioridad y volví a donde ella estaba hincada, frente a ella me puse de rodillas, viéndola frente a frente y con voz fuerte y clara, a ella leí “los votos de una sumisa y las obligaciones de un amo hacia su sumisa”, ella en silencio… escucho, al término de esta lectura, coloque la hoja un lado mío y continúe con la lectura de un poema tan hermoso y emblemático como ella. (He de comentar que mientras yo leía el contenido de esas hojas, ella no perdía detalle de mi lectura, estaba totalmente concentrada en las palabras que de mi boca salían) cuando ya había terminado de leer esta segunda página, le volví a decir -Esto que acabas de escuchar, es solo para ti y para nadie más, jamás volverás a escuchar esto que es mi verdadero sentimiento hacia ti… mi amada mariposa- acerqué un plato de cristal transparente al frente de mí, tome las dos hojas entre mis manos, las doble en cuatro partes y las acerqué a la llama de una pequeña veladora roja, que estaba a mi lado y así fue como esas hojas se hicieron cenizas, depositando estas, en aquel plato de cristal transparente.
Así que para dar por terminada nuestra ceremonia, me puse de pie y me acerqué a ella, me incline y la tome de las mejillas, acerque mi rostro al de ella y sin quitar mi mirada de sus ojos, junte mis labios a los suyos, muy suavemente la bese en la boca, juntando mi labios tan perfectamente a los suyos… quedando sellados perfectamente, que no deje pasar nada, absolutamente nada de aire a sus pulmones, así paso tanto tiempo, que ella se ahogaba por la falta de aire, he de decir que en la posición en que ella se encontraba y la exaltación del momento sin contar el ambiente ya enrarecido por el incienso y el aroma de las velas, hacía que se le dificultaba respirar bien, al separar mis labios de los de ella, vi como sus senos ya hinchados se agitaban con fuerza, sus pezones libidos, fue cuando de sus labios salió una voz susurrante que decía -más, dame  más, me separe lentamente y la deje respirar profundamente, hasta que ella normalizo su respiración, pero su cuerpo estaba bañado en sudor, con aromar a vainilla, así fue como comencé a soltar a mi mariposa, primero me incline y libere su brazo izquierdo, soltando el eslabón que lo sujetaba, al quedar este libre, ella no lo movió, luego me levante y camine a su lado derecho y me incline para liberar el otro brazo, ella no lo movió de aquella posición y por ultimo con un poco de trabajo, también libere su cuello y a la vez su espalda, haciendo que el tramo de madera y cadena, volvieran a pasar entre sus brazos, estos accesorios simbólicos lo deposite a sus espaldas, cuando mi mariposa se sintió libre, tan solo, con su mano derecha, acaricio su pierna e inclino su rostro.

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Una vez ya liberada mi mariposa negra, levante mi mano y la coloque a su espalda, y ahí puse mi mano e hice que suavemente se inclinara, en esa postura ella se quedo, me levante y camine hacia la mesa de centro que estaba en el otro extremo de esa pequeña sala, ya estando ahí, tome un par de pulseras, compuestas de pequeñas rocas redondas y negras e intercaladas con otras esferas de oro, también tome, un dije de plata, el cual simbolizaba el amor a través del dolor y una sorpresa resguardada dentro de una bolsa de terciopelo negro, así con esto en mano regrese a donde estaba ella, me coloque a un lado y me arrodille, ella seguía en la misma posición que yo la había dejado, en la posición de sumisión y entonces aproveche para decir y recordar los valores de una sumisa así como también sus obligaciones, de igual forma repase las reglas que habíamos acordado cuando comenzamos a vivir este maravillosa forma de vida.

 

A continuación me acerque más a ella y con mucho cuidado le retire el collar ceremonial, ( hecho de cuero rosado y con una argolla plateada ) dejando así, desnudo su largo y moreno cuello, dejando este collar ceremonia a un lado del altar, entonces le dije -Una vez que ya te retire el collar ceremonial, vamos a proceder a sellar nuestro compromiso, para así tener presente las alianzas aquí hechas, por nosotros dos y nadie más ( en este punto, le di una breve explicación del significado de cada uno de estos objetos que ella y yo portaríamos el resto de nuestras vidas ) ya que le había explicado el simbolismo de estos objetos, tome el dije de plata ( este portaba un cordón de cuero negro entrelazado y sujetado por dos nudos ) el cual lo pase varias veces por la flama que expedía el cirio azul, cirio que adornaba el centro de nuestro pequeño altar y así como ella estaba inclinada se lo comencé a colocar, tuve que juguetear con su abundante cabellera para poder colocarlo en su cuello, ya estando este en su cuello, jale la correa de cuero para poder ajustarlo a manera que esta quedara como una gargantilla, aproveche este momento para preguntarle que como se sentía o si requería de algo y mi mariposa negra… así en esa posición en la que se encontraba, dijo –no señor, estoy bien y muy contenta con esta unión que usted me ofreció, lo amo de corazón- entonces me puse de pie y camine a su lado derecho, ahí me volví a inclinar, y tome su mano con delicadeza para así poder retirar la muñequera negra, la cual puse a un lado del pequeño altar, luego tome de ahí la pulsera de piedras negras y oro, tome de nueva cuenta su mano y con gran agilidad le coloque esa hermosa pulsera en su muñeca, luego jale los cabos de esta pulsera, para ajustándola y así pudiera ella lucirla en su mano, por ultimo tome otra igual y le dije – ahora mi hermosa mariposa, quiero que esta otra pulsera, tú me la coloques en mi brazo- ella me vio fijamente a los ojos y en sus delgados labios, se dibujo una muy discreta sonrisa y procedió a colocar esa hermosa pulsera negra, idéntica a la que ella ya portaba en su brazo.

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Ya una vez que nos habíamos colocado las pulseras, le acaricie el rostro y puse la palma de mi mano en su barbilla, tocándola muy suavemente y le dije -mi amor, ya terminamos nuestra ceremonia, espero te haya gustado, ahora te pido que durante los minutos que vienen, reflexiones lo hoy vivido, los alcances de nuestros compromisos adquiridos el día de hoy y lo más importante, ahora ya eres parte de mi vida, juntos tu y yo… y nadie más.
Dicho esto, me levante del lado de ella, di vuelta y me retire de ahí, dejándola sola, camine hasta donde estaba una silla, la cual estaba a un lado del aparato de sonido, este seguía tocando música instrumental de ENYA, ya que había tomado asiento, puse mi mano en el apagador de luz de esa pequeña sala y apague la luz, dejándola a obscuras, siendo iluminada tan solo con la tenue luz de las veladoras, esa luz que acariciaba su cuerpo desnudo, resaltando la hermosa silueta de su ya voluptuoso cuerpo, así se quedó, para que reflexionara las palabras que le había dicho. Ella seguía de rodillas, al paso de los minutos, solo se acomodo una vez, inclinando mas su cuerpo hacia el pequeño altar, ya después de varios minutos, me levante de la silla y fui hacia ella para sentar a su lado y le pregunte -¿cómo vez, te gusto tu ceremonia?- ella felizmente me contesto que sí, y seguí -¿ahora ya soy parte de ti y tú de mí?- al mismo tiempo, ella cambio de postura y se acomodó recostándose en el piso, a la vez que ella pregunto-¿ya podremos vivir juntos y disfrutar al máximo este hermoso mundo al que ya pertenezco?- y conteste -si ya me perteneces mi mariposa negra, pero quiero que te acerques a mi… ven- ella se incorporó y caminando de rodillas, poco a poco se acercó a mí y volvió a acostarse a un lado mío, entonces tome el pequeño morral de terciopelo que ya había guardado con anterioridad y de ahí saque una esclava de plata, esta esclava la mande a hacer especialmente para ella, esta traía en relieve un triskel, exactamente en el centro de ella y a sus lados de él, traía grabados unos signos Celtas, al mostrársela, le dije, -estira tu brazo,- ella lo hizo, entonces con mucho cariño, se la coloque y le dije -este es mi compromiso, a partir de hoy te cuidare, te enseñare, te protegeré, te amare y educare para que seas libre de cuerpo, mete y alma,- al terminar yo de decir esto, ella tan solo guardo silencio.
Fin de nuestra ceremonia.

Continúa en... " Esencia de Mariposa "

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